Hay veces en las que la sangre toda se me viene a la cabeza.
Mis músculos comienzan a tensarse; la presión es eléctrica.
La fuerza se me va a los brazos desde las piernas
-Todo empieza a dar vueltas -
Mis manos se convierten en mi base de gravedad.
Dejo correr por mis venas el torrente de potencia vital.
Y observo...
Observo todo girar.
"Ya no sé si el mundo está al revés,
o soy yo la que está cabeza abajo"
(Puede que la distancia se mida contando kilómetros, pero se alivia contando palabras)
E.
me encanta! :)
ReplyDelete"Puede que la distancia se mida contando kilómetros, pero se alivia contando palabras"
ReplyDelete¿Y si ni siquiera hablar es ya suficiente para aliviar el dolor de la distancia?
Hay palabras dichas, vacías, perdidas en el camino...
ReplyDeleteY hay palabras que perduran, que no mueren, que existen ininterrumpidamente, que nos hacen dueños del sentimiento del "no presente".