Estos nuevos personajes que ahora surgen, creadores ocultos de lo impensable, discordante y subversivo, que se esconden tras las cortinas de humo impuestas por una sociedad doblegada y maltrecha.
Estos insurgentes, víctimas del desconocimiento de la masa, únicos emprendedores del cambio social, hacedores de sentimientos olvidados que recuerdan, con esfuerzo, la labor de los desterrados por la tiranía de un payaso con galones.
Estos, que han tomado el relevo de los que debieron hacer rimar al pueblo en busca de la lucha, y que cayeron tras la triste búsqueda del tesoro.
Estos , los nuevos rapsodas, los nuevos motores del movimiento social.
A ellos, báculo de pusilánimes, les dedico estas líneas y esta canción.
E.