Wednesday 5 September 2012

Una manzana de verdad es roja


Existe un paradero alienado
de toda trascendencia 
al que va a parar
lo que nunca se acabó. Allí
frases inefables,
sonoras en tu mente,
nunca usadas por tus labios.
El paladar es el hogar de las
nuevas palabras que aplastan
a aquellas escurridizas
resbalando
con culpa de saliva
hasta el estómago.

Y ya no vuelven más.
Y ya es donde
cómo
y cuando
van a ser digeridas
y ya
no son palabras.
Ahora son manzanas
rojas
de Eva, o Arantxa,
listas para acabar inacabadas,
mordidas
pero colmadas.



B.

1 comment:

  1. Un estupendo poema.
    Lo estaría leyendo una y otra vez, incansablemente.
    Beso,

    Nená

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