Thursday, 8 May 2014

Mucho más de post- Poco menos de pre-

Fueron mis primeros días felices,
o eso dicen mis recuerdos,
que miran margen superior izquierdo
o derecho inferior... Qué más da.
Todos sabemos mentir mucho, más y
mejor.
Las tardes tempranas de un sol bipolar,
que encendían toda posibilidad 
de todo en cuestión de minutos.
Mi pelo también se mojaba con el
sol. Aquella luz. Poco a poco
se fue tornando rojiza, violeta,
de un resplandor precioso que
aún lo emborrona todo con manchas,
tras las pestañas que, aún,
guarda esa pasta residual
en el límite de los ojos. Ese
resquicio de historia colonial,
también de barcos y edad de oro,
que se pronuncia en ruidos glotales que,
sigue estampando su marca
en estas letras tan post-
realidad.
Por alguna razón, esa luna me
rodea con todos sus ojos, me cuida,
me rompe y me (re)-recrea.

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