a veces de
querernos
entre paredes
blancas y castigos.
Y eso es lo que
somos
al traspasar un
muro de besos,
correspondiente
a un
sentido ilícito
de amor que sólo
se da en las
peores películas.
Y así es encuadernada
una historia
que tiene fecha
de siempre
y que a veces sabe a pretérito casi perfecto.
Pasado que, entre
tantos muchos
y muchos menos
días, llegó a ser inasequible.
Y se puede. Se puede
aspirar a sentir
algo magnánimo,
o el abandono
residual de uno mismo en las manos
residual de uno mismo en las manos
abiertas de
alguien que te recoge,
coge, acoge entre
tantos y otros muchos
delirios tantas
menos veces
inoportunos. Se
puede alcanzar algo tan
sencillo porque cuento
con que
cuando dejes de
quererme,
seas el único capaz de poder contármelo.
Qué poemón y qué belleza de fotografía.
ReplyDeleteMil besos, bella.
Gracias, Lidia :) ¡Besos y más besos!
Delete"y que a veces sabe a pretérito casi perfecto"
ReplyDeleteHermoso poema, hermoso tema, hermosa idea, hermoso.
Maravilloso
ReplyDelete