The Wooden Birds
que no
me enamoro de
quiénes,
sino de dóndes;
de
viajes que caen en
siempre,
y siempre es lluvia,
de
trampas preciosas.
Sólo
me enamoro de casas
cabañas,
coches, sillas, pueblos
y
futuros destinos que llegan.
Me
enamoro de cuáles;
las
gotas a flor de piel,
una
cama de dos -a veces tres-
con
hurto y uso indebido de
edredón.
O del café
no
muy caliente, por favor.
Me enamoro
del amor, de
momentos,
de sentir los
viernes-sábados-y-domingos.
Me
enamora la felicidad y
los
orgasmos a dueto.
Que
el tiempo se fugue,
y
ver lo eterno que parece
un segundo
a veces.
Inevitablemente
-el país
de mis
numerosos dóndes
y
titular
de
todos mis cuáles-
es aquello
que tu piel limita.
Bellísimo.
ReplyDeleteNená