Friday, 15 July 2011

Bajo cero

Descubrí la belleza aquella tarde
en la que nada era bello;
ni el cielo, ni el agua, ni el aire...

Solo tus ojos, y el silencio
de palabras encriptadas,
de sonidos desconocidos
de dos risas mudas calcadas.

Aquella tarde
en la que dos miradas cruzadas
hacían juegos equilibrios
sobre la línea infinita del horizonte

Mientras caminaban alineadas
esperando su reencuentro
en un futuro de rojo azul cielo.


E.

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