Abuso
de domingo.
Aristocracia
metodológica de metro rojo,
contaminado
por hipocondríacos
que
escapan de agarrarse a las barras del transporte
público-personalizado-europeo.
Redimensiona
tu alma dominguera que arrastra todo el pudor
guardado
en la semana; saliente a la luz,
transformada
en dolores de cabecera
con
el toque personal y maravilloso
de
disgusto. Lágrimas de ron
bañadas
en agua y minerales.
Cómo abusas de domingo, con mandíbula rota
de tanto sonreír a la luna
“Mira la luna,
esta noche parece el gato de Cheshire.”
B.